Cuatro de cada diez mujeres sufren incontinencia durante el embarazo

La incontinencia urinaria que sufren las mujeres maduras tiene en muchos casos su origen en la debilidad del suelo pélvico provocada durante el embarazo y el parto. Por este motivo, la Dra. Carolina Walker, directora del postgrado de Fisioterapia en Obstetricia y Uroginecología de la Universidad Europea de Madrid, subraya la importancia de una buena recuperación en el caso de haber sufrido este trastorno en el embarazo incluso aunque desaparezca tras el parto. “Para que la recuperación sea óptima, es imprescindible trabajar no sólo los músculos del suelo pélvico, sino también los del abdomen, con los que están íntimamente relacionados y a los cuales apenas se tiene en cuenta”, subraya la Dra.

La incontinencia urinaria que sufren las mujeres maduras tiene en muchos casos su origen en la debilidad del suelo pélvico provocada durante el embarazo y el parto. Por este motivo, la Dra. Carolina Walker, directora del postgrado de Fisioterapia en Obstetricia y Uroginecología de la Universidad Europea de Madrid, subraya la importancia de una buena recuperación en el caso de haber sufrido este trastorno en el embarazo incluso aunque desaparezca tras el parto. “Para que la recuperación sea óptima, es imprescindible trabajar no sólo los músculos del suelo pélvico, sino también los del abdomen, con los que están íntimamente relacionados y a los cuales apenas se tiene en cuenta”, subraya la Dra. Carolina Walker. Esta experta recomienda el asesoramiento de un profesional especializado que aporte una visión de conjunto y oriente a la madre para hacer el trabajo en una buena dirección. “Si después del parto una mujer quiere tonificar la zona del abdomen, el primer impulso es hacer los clásicos abdominales, desconociendo que con ellos se envía excesiva presión hacia el suelo pélvico. En la mayoría de los casos el suelo pélvico no está recuperado aún por lo que se pueden agravar posibles disfunciones”, advierte.
Por el contrario, también es frecuente que las mujeres solo trabajen la musculatura del suelo pélvico después del parto, olvidando al grupo de músculos abdominales. “Si sólo trabajamos esta zona corremos un riesgo muy elevado de quedarnos a medio camino y de que puedan aparecer problemas unos meses o años después”, dice la especialista. Entonces, lo ideal es hacer un trabajo abdominal específicamente creado para el postparto, en el que se combina la tonificación del suelo pélvico, del abdomen, la reposición de las órganos pélvicos y la estabilización de la columna.
La Dra. Carolina Walker explica que una mala recuperación tras el parto influye además en el alumbramiento del segundo hijo. “Es muy raro que la musculatura abdominal y pélvica de la mujer esté con bajo tono en el primer parto, pero en el segundo es mucho más frecuente si no ha hecho nada para recuperarse. Esto influye de manera determinante en los pujos”, asegura.