¡Este niño ronca!

Se estima que un diez por ciento de los niños ronca de forma habitual, sobre todo a partir de los veintidos meses, aunque su frecuencia va disminuyendo desde los nueve años. Se considera que el pequeño ronca cuando lo hace más de tres veces a la semana y no está asociado a un resfriado. “El ronquido no es saludable. Es el primer síntoma de trastornos respiratorios relacionados con el sueño, como la apnea del sueño, y además, ocasiona problemas de concentración, memoria e hiperactividad”, afirma el Dr. Gonzalo Pin, de la Unidad Valenciana del Sueño del Hospital Quirón, en Valencia.

Se estima que un diez por ciento de los niños ronca de forma habitual, sobre todo a partir de los veintidos meses, aunque su frecuencia va disminuyendo desde los nueve años. Se considera que el pequeño ronca cuando lo hace más de tres veces a la semana y no está asociado a un resfriado. “El ronquido no es saludable. Es el primer síntoma de trastornos respiratorios relacionados con el sueño, como la apnea del sueño, y además, ocasiona problemas de concentración, memoria e hiperactividad”, afirma el Dr. Gonzalo Pin, de la Unidad Valenciana del Sueño del Hospital Quirón, en Valencia. Asimismo, del diez por ciento de los niños que ronca de forma habitual, “entre el tres y el cuatro por ciento desarrollará una apnea del sueño”, precisa el Dr. Oscar Sans Capdevila, de la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Sant Joan de Deu, en Barcelona–. La apnea ocasiona pausas respiratorias que condicionan bajadas del oxígeno en sangre y hacen que el niño se despierte. La evolución del ronquido a la apnea puede suceder en un breve margen de tiempo, entre seis meses a un año. “De ahí, la importancia –subraya este experto– de que los padres comuniquen al pediatra si su niño ronca”.