La madre (no se ha facilitado su identidad) nació sin útero y le fue trasplantado este órgano en 2013, al igual que a otras ocho mujeres, en Suecia. Recibió el útero de una mujer de 61 años a la que le había llegado la menopausia siete años antes. La madre sí mantenía los ovarios, por lo que fue capaz de producir óvocitos que fueron fecundados a través de fecundación in vitro (FIV) antes de someterse al trasplante y crioconservados.
La madre (no se ha facilitado su identidad) nació sin útero y le fue trasplantado este órgano en 2013, al igual que a otras ocho mujeres, en Suecia. Recibió el útero de una mujer de 61 años a la que le había llegado la menopausia siete años antes. La madre sí mantenía los ovarios, por lo que fue capaz de producir óvocitos que fueron fecundados a través de fecundación in vitro (FIV) antes de someterse al trasplante y crioconservados.
Hay que señalar que la madre debe tomar inmunosupresores para evitar que el organismo rechace el órgano, unos fármacos no exentos de efectos secundarios. Deberá tomarlos hasta que el equipo médico decida retirarle el útero, aunque de momento, tal y como ha comentado el Dr. Mats Brännströnm, ginecólogo que ha dirigido el equipo médico, es muy posible que se intente un segundo embarazo.
Los resultados son esperanzadores para las mujeres que no pueden ser madres por ausencia de útero, pero aún quedan muchos años para que esta técnica se implante como práctica clínica en los hospitales.