Con el calor las varices existentes se dilatan y causan más molestias, e incluso pueden aparecer otras nuevas. El Capítulo Español de Flebología (CEF) de la SEACV (Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular) facilita unas medidas que se pueden aplicar de forma sencilla y que contribuyen a disminuir las molestias y retrasar la aparición de nuevas varices.
1. Activa tus piernas
Con el calor las varices existentes se dilatan y causan más molestias, e incluso pueden aparecer otras nuevas. El Capítulo Español de Flebología (CEF) de la SEACV (Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular) facilita unas medidas que se pueden aplicar de forma sencilla y que contribuyen a disminuir las molestias y retrasar la aparición de nuevas varices.
1. Activa tus piernas
Permanecer mucho tiempo de pie o sentado (en particular con las piernas cruzadas) debe evitarse, puesto que predispone a la insuficiencia venosa. Debido a la gravedad, estas situaciones favorecen el estancamiento de la sangre en las venas. Es conveniente moverse y dar pequeños paseos a lo largo del día o efectuar movimientos circulares con los pies. En caso de viajes largos en coche, tren o avión (síndrome de la clase turista), levántate de vez en cuando y camina unos minutos. En caso de viajes en coche, efectúa paradas cada dos horas y da paseos por las áreas de descanso (al menos durante 5 minutos). Es también aconsejable emplear medias de compresión elástica, darse masajes ascendentes en las pantorrillas, hacer ejercicios circulares en los tobillos (evitando que los muslos reposen sobre el asiento) y hacer ejercicios levantando de forma alterna las puntas y, luego, los talones de los dos pies.
2. Practica un deporte adecuado
Caminar es el ejercicio más beneficioso para la circulación venosa, siempre que se practique regularmente y con un calzado apropiado. La planta de los pies, irrigada por numerosas venitas, actúa como una bomba y, a cada paso, su aplastamiento impulsa la sangre hacia arriba, desde los tobillos a las pantorrillas. Después, las contracciones de los músculos de las piernas favorecen la progresión de la sangre hacia el corazón. Por estas razones, la práctica de gimnasia, bicicleta, golf, danza o natación favorece el retorno venoso. Es especialmente saludable andar descalzo a la orilla del mar, ya que el frescor del mar ejerce una acción vasoconstrictora que aumenta el tono venoso.
3. Evita las fuentes de calor
El calor favorece la dilatación venosa y, por tanto, debe evitarse toda fuente de calor: tomar el sol en las piernas, depilación con cera caliente, caminar por suelos calientes, baños calientes, sauna, etc.
4. Refresca tus piernas
El frío provoca la contracción venosa. Las duchas de agua fresca en las piernas activan la función venosa y alivian la sensación de pesadez y de dolor. Camina por la orilla del mar asocia la actividad física y la acción vasoconstrictora.
5. Evita el estreñimiento y el sobrepeso
Una dieta rica en fibras, una buena hidratación (beber un litro y medio o dos de agua al día), un consumo limitado de grasas saturadas (mantequilla, carnes rojas) y un consumo adecuado de frutas y verduras en una dieta rica y variada permiten combatir al mismo tiempo el estreñimiento y el sobrepeso, que tienen una influencia negativa en las varices.
6. Utiliza ropa cómoda
La ropa demasiado ceñida comprime las venas y bloquea la circulación venosa de retorno al corazón. Es aconsejable evitar los pantalones demasiados ceñidos, las fajas, los cinturones y los calcetines con elásticos fuertes. Sí se pueden utilizar las medias terapéuticas de compresión elástica, que se utilizan para prevenir y paliar la aparición de varices.
7. Lleva un tacón adecuado
Los zapatos de tacón alto reducen la superficie de apoyo del pie y los zapatos planos la aumentan demasiado. Un tacón de 2-3 cm. es el más aconsejable para asegurar un buen retorno venoso. Caminar descalzo en la playa activa de forma completa la ‘bomba plantar’ favoreciendo de este modo el retorno venoso desde los pies.
8. Favorece el retorno venoso en la cama
Tumbada boca arriba, haz movimientos de pedaleo al acostarte. La elevación de las patas de la cama de 10 a 12 cm permite reducir el estancamiento de la sangre venosa mientras se duerme.
9. Masajea tus piernas
Los masajes de las piernas, desde el pie hacia el muslo, siguiendo el sentido de la circulación venosa, aumentan la velocidad de retorno venoso.
10. Medicaciones y embarazo
Se debe tomar la medicación flebotónica, si se tiene prescrita, y no se debe abandonar hasta que pase el calor. Asimismo, ciertas circunstancias como el embarazo o la toma de anticonceptivos orales pueden agravar los problemas venosos.