Nuevo tratamiento eficaz para los HEMANGIOMAS

El propranolol, un fármaco betabloqueante, está suponiendo una revolución en el tratamiento de los hemangiomas infantiles, así se ha puesto de manifiesto en el Simposio Internacional sobre hemangiomas celebrado en Madrid, donde se han dado cita los principales expertos de todo el mundo. El propranolol se emplea desde el año 2008, cuando un grupo de dermatólogos franceses descubrieron de forma casual sus efectos sobre los hemangiomas. En pediatría también se utiliza desde hace muchos en niños con problemas cardiacos. “Comenzamos a tratar hemangiomas con propranolol en julio de 2008. Hemos visto que funciona en los hemangiomas localizados y en los que crecen en el hígado.

El propranolol, un fármaco betabloqueante, está suponiendo una revolución en el tratamiento de los hemangiomas infantiles, así se ha puesto de manifiesto en el Simposio Internacional sobre hemangiomas celebrado en Madrid, donde se han dado cita los principales expertos de todo el mundo. El propranolol se emplea desde el año 2008, cuando un grupo de dermatólogos franceses descubrieron de forma casual sus efectos sobre los hemangiomas. En pediatría también se utiliza desde hace muchos en niños con problemas cardiacos. “Comenzamos a tratar hemangiomas con propranolol en julio de 2008. Hemos visto que funciona en los hemangiomas localizados y en los que crecen en el hígado. Gracias a ello hemos bajado el número de intervenciones quirúrgicas”, explica Juan Carlos López Gutiérrez, cirujano pediátrico en el Hospital La Paz de  Madrid y uno de los especialistas que más saben sobre los hemangiomas y su tratamiento en nuestro país. La mayoría de los expertos coinciden en asegurar que este nuevo fármaco ya ha comenzado a sustituir a los corticoides, un medicamento que también se utiliza para tratar los hemangiomas. “Actualmente se utiliza el propranolol en lugar de los corticoides porque funciona mejor. Antes se utilizaban corticoides más cirugía para corregir las posibles secuelas y ahora se utiliza propranolol más láser”, dice el Dr. López Gutiérrez. Los efectos secundarios son menores que con los corticoides y según ha explicado el Dr.Carlos Labrandero, cardiólogo infantil en el Hospital La Paz de Madrid, “los betabloqueantes son seguros en niños con la función cardiaca normal”. Asimismo, se trata de un fármaco que conocen los pediatras de Atención Primaria porque ya se utiliza en niños con problemas cardiacos, por lo que podrían manejarlo una vez que el niño es dado de alta por el especialista y debe ser controlado por su pediatra. 
Los hemangiomas infantiles son tumores vasculares benignos de la infancia. La incidencia de hemangiomas se estima en un 10% de los niños entre el nacimiento y el primer año de vida

Qué son los hemangiomas
La localización más frecuente es en la cabeza, aunque también pueden crecer en las extremidades, tórax u órganos internos, como el hígado.  Los hemangiomas se caracterizan por tener una fase de crecimiento, que puede durar hasta los 9-12 meses de vida, seguida de una fase lenta (involución) durante la que van desapareciendo progresivamente. Sin embargo, muchos hemangiomas no desaparecen totalmente y quedan lesiones residuales como cicatrices, alteraciones del color, presencia de vasos sanguíneos, etc, que requerirán algún tipo de tratamiento, como el láser o incluso la cirugía.
Los hemangiomas pueden crecer considerablemente, deformando la anatomía. La complicación más frecuente es la ulceración. Pueden tardar meses en curarse, por lo que se debe indicar un tratamiento siempre. También pueden afectar la visión cuando se encuentra alrededor del ojo. Hay casos de hemangiomas subglóticos que pueden comprometer seriamente la vía respiratoria. Se han descrito casos de hemangiomas múltiples, con afectación visceral como el hígado, que pueden ocasionar una insuficiencia cardiaca y asociarse a mortalidad.
Existe unanimidad a la hora de indicar tratamiento para los hemangiomas en fase proliferativa en las siguientes situaciones: que causen una afectación de la visión o que haya riesgo de comprometerla; hemangiomas viscerales que comprometan la vida; hemangiomas de rápido crecimiento que distorsionen la anatomía y que previsiblemente se resolverán de forma parcial con secuelas; hemangiomas que afecten la vía aérea y, finalmente hemangiomas que causen fallo cardiaco congestivo.