Tratamiento con hormona de crecimiento en lactantes con enfermedad renal crónica

Las malformaciones renales y urológicas son las más frecuentes entre los recién nacidos. Los niños que nacen con insuficiencia renal crónica tienen un alto riesgo de convertirse en adultos con una talla baja, inferior a la normal. Para evitarla es necesario que estos pacientes crezcan bien en los periodos de la vida en los que el ritmo de crecimiento es más alto: los dos primeros años de la vida y la pubertad. A esto habría que añadir otra dificultad, los lactantes con enfermedad renal comen muy mal por falta de apetito y en ellos es difícil pero prioritario conseguir una buena nutrición para conseguir un buen crecimiento; sin embargo, a pesar de un óptimo control nutritivo, algunos de estos niños no son capaces de crecer normalmente.

Las malformaciones renales y urológicas son las más frecuentes entre los recién nacidos. Los niños que nacen con insuficiencia renal crónica tienen un alto riesgo de convertirse en adultos con una talla baja, inferior a la normal. Para evitarla es necesario que estos pacientes crezcan bien en los periodos de la vida en los que el ritmo de crecimiento es más alto: los dos primeros años de la vida y la pubertad. A esto habría que añadir otra dificultad, los lactantes con enfermedad renal comen muy mal por falta de apetito y en ellos es difícil pero prioritario conseguir una buena nutrición para conseguir un buen crecimiento; sin embargo, a pesar de un óptimo control nutritivo, algunos de estos niños no son capaces de crecer normalmente.
En el estudio hispano-luso realizado con el apoyo de Laboratorios Novo Nordisk Pharma un grupo de lactantes con insuficiencia renal recibió hormona de crecimiento y otro no. Los niños tratados con hormona crecieron en un año una media de 14,5 cm frente a 9,5 cm de los no tratados. Esta acción no se asoció a efectos dañinos tales como maduración ósea temprana, progresión de la enfermedad renal o anormalidades metabólicas.