¿Depresión postparto o “baby blues”?

La tristeza que experimentan algunas mujeres tras dar a luz es bastante habitual y suele aparecer durante la primera semana tras el parto, desapareciendo paulatinamente tras unos días. Ese estado de tristeza y melancolía, conocido como “baby blues” en inglés, es diferente de la depresión postparto como problema clínico.

El baby blues es un estado de tristeza y melancolía bastante frecuente, lo experimentan hasta un 80% de las mamás tras dar a luz y no tiene mayor importancia. Sentirás un ligero desasosiego originado por los drásticos cambios emocionales; es normal que pases de la alegría a la tristeza en cuestión de segundos. Pero tranquila, este estado emocional va desapareciendo paulatinamente en las dos primeras semanas tras el parto.  Sin embargo, la depresión postparto sí se considera un problema clínico, en España, afecta aproximadamente al 10% de las madres.

Cómo distinguirlas
La depresión postparto, en lugar de resolverse en unos días, como ocurre en el caso del baby blues, puede llegar a durar entre 2 semanas y varios meses. Además, hay que añadir que los síntomas de la depresión postparto pueden no aparecer necesariamente en las primeras semanas, sino más adelante. En la depresión postparto, las emociones de melancolía y tristeza aparecen junto con una sensación de angustia, ansiedad, fatiga y pensamientos de autodesvalorización más intensos que en el baby blues.
Los síntomas que pueden experimentar las mamás durante la depresión postparto son diversos: insomnio, cambios en el estado de ánimo (tristeza la mayor parte del día, llanto mucho más frecuente, sensación de vacío, culpa, irritabilidad, mal humor y sentimientos de inadecuación); ansiedad, angustia y ataques de pánico; desinterés por realizar actividades que antes resultaban agradables; aislamiento social (no desean ver amigos ni familiares); pensamientos negativos frecuentes, sobre diversos miedos y en algún caso pensamientos suicidas; y dificultades para concentrarse y mantener la atención. “Se debe solicitar ayuda profesional cuando los síntomas descritos anteriormente son muy intensos y se prolongan más allá de las 2–4 semanas tras el parto”, indica el psicólogo Antonio Corredera.
Puede resultar beneficioso seguir pautas basadas en la Psicología Positiva, como por ejemplo, anotar en un diario al menos 2 días a la semana, los 3 sucesos agradables más importantes experimentados ese día y sus causas. También se puede recurrir a la farmacoterapia, algo que debe prescribir un especialista en Psiquiatría

Consejos para sentirte bien

Cuando tenemos constancia de que estamos sufriendo una depresión postparto, lo mejor es solicitar la ayuda profesional adecuada. Además, se recomienda seguir una serie de pautas de autocuidado que pueden ayudar a sobrellevar la tristeza postparto:

Atiende tus necesidades biológicas básicas. Establece una rutina en las comidas (no te saltes ninguna), e intenta descansar siempre que lo necesites. Aprovecha para dormir cuando el bebé también duerme. Comparte tus emociones y sentimientos. Manejar sola las emociones que surgen durante el postparto es complicado, debes compartirlas, así las comprenderás mejor y te resultarán menos intensas. Pide apoyo a tu pareja, a tu familia, a tus amigas… “Pedir apoyo emocional es importantísimo, debes recordarles a todos cómo quieres ser apoyada”, aconseja el psicólogo.
Cread un ambiente de calma. Todos los participantes de esta nueva aventura: tú, tu pareja, la familia y amigos, deben colaborar en la creación de un ambiente tranquilo. En la medida que puedas tomarte las nuevas situaciones con calma, sentirás que todo marcha mejor. No dejes que ciertas situaciones sencillas te exasperen. Si hay demasiadas visitas, planifica cuándo serán y en qué momento lo prefieres; si suena demasiadas veces el teléfono, apágalo o baja el volumen, ya responderás en otro momento; olvídate del trabajo en estas primeras semanas, ya que estás de baja, céntrate en ti y en tu bebé.
Sal de casa. Sigue este consejo en cuanto tu estado físico te lo permita. Reanudar la actividad física, dar un paseo con tu bebé, ir a tomar algo con una amiga, etc., pueden influir positivamente en tu estado de ánimo.
Respira y date mimos. Aprender a relajarse a través de la respiración (inspira y espira lentamente) puede ayudarte en las primeras semanas de adaptación a la nueva situación. Recuerda lo importante que es mimarte: una ducha relajante, un capricho alimentario, cuidar tu aspecto, son formas de autocuidado. El hecho de que ahora tengas una nueva e importante responsabilidad, no significa que dejes de cuidarte.
Pide ayuda a los demás. Esta habilidad es muy importante en tu situación. Tu pareja, tu familia y amigos serán fundamentales para que podáis ajustaros a la nueva realidad. Por supuesto, saber pedir ayuda implica también la ayuda profesional, cuando consideres que es necesario.
“Estas recomendaciones se pueden utilizar también si se ha desarrollado una depresión postparto, aunque por supuesto hay que combinarlas con la ayuda profesional y las pautas que tu psicólogo te haya recomendado”, aconseja Antonio Corredera.

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