El buen tiempo invita a salir al campo, a la piscina, al parque, a la playa…¿Por qué no comer de picnic? Elegid un lugar sombreado, no os olvidéis de ofrecer al niño agua con frecuencia y de aplicarle protector solar. Aquí tenéis propuestas de platos para comer de picnic.
A partir de del año, el niño debe tomar comidas variadas para que le aporten todos los nutrientes necesarios. De 1 a 3 años, se recomienda: ración de carne (20–30 gr.) y de pescado (30-40 gr.) al día; ración de huevo: puede comer de una a tres veces por semana y de los pequeños (deben estar cocidos, hay que evitar el huevo frito, pasado por agua o en tortilla poco hecha); ración de pasta, arroz o legumbre, en crudo (30–40 gr.); una cuchara sopera de aceite de oliva en cada ración, preferiblemente en crudo; un plato pequeño de fruta y verdura (50–80 gr.). “Estas son raciones orientativas, se pueden ajustar a las necesidades de cada niño en particular, teniendo en cuenta sus características o el ejercicio físico que realice”, explica Juana González, experta en nutrición y directora técnica del Centro Alimmenta, en Barcelona.
Se deben llevar los alimentos en recipientes térmicos especiales que mantienen el frío. Además, hay que evitar las salsas (mayonesa, bechamel, etc.) y las tortillas o platos elaborados con huevo poco hechos. “En general, los alimentos crudos deben estar bien lavados, las carnes y los huevos han de estar bien cocinados y los pescados deben ser en conserva. Una vez preparados guardar en envases limpios y para llevar de picnic utilizar bolsas isotermas con placas acumuladoras de frío para evitar que el alimento eleve su temperatura por encima de 20º C”, aconseja la nutricionista Juana Mª González.
PLATOS NUTRITIVOS Y FRESCOS
– Visichoisse fría. Es ideal para los bebés que ya toman carne en sus purés. Prepárala con un puerro grande, media patata y un trozo de pollo (20 gr.); ponlo todo a cocer, tritúralo con la batidora y pásalo por el chino; añade un chorro de aceite de oliva. Echa la crema fría en un recipiente hermético y mételo en una mochila termo con bloques de hielo.
– Ensalada de pasta. Para los niños que ya saben masticar bien puedes preparar una ensalada de pasta (espirales de colores, tomate en dados, maíz, aceitunas sin hueso troceadas, aceite de oliva y unas gotas de vinagre). O una ensalada de lentejas y arroz (pueden tomarla los niños que ya hayan introducido las legumbres en su dieta): lentejas cocidas, tomate en trocitos, aguacate, aceite y vinagre.
– Mini hamburguesas con arroz. Prepáralas con carne muy picada de ternera y acompáñalas con arroz hervido y aderezado con un chorro de aceite de oliva. Coloca el arroz y las hamburguesa por separados, en sendos tuppers, y mételos en la mochila termo.
– Sandwiches. Puedes hacerlo de jamón de York y quesito acompañado de tomates cherry (no debe meterlos enteros en la boca, enséñale a comerlo a bocados). Otra variedad de sandwich: pela una zanahoria grande, cuécela durante cinco minutos, rállala, mézclala con queso fresco y unos trocitos de jamón de York y rellena un sandwich. Existen fundas para meter los sandwiches, son muy prácticas y pueden lavarse en el lavavajillas.
– Rollitos de jamón dulce. Unta una loncha de jamón de York con un poco de queso de untar, coloca encima una tira fina de membrillo y enrolla la loncha. Coloca los rollitos en un tupper pequeño y cuadrado, y ponlo en la bolsa termo.
– Batidos de frutas. Hay infinitas combinaciones: de plátano y leche de continuación (si aún no toma de leche de vaca); de manzana, pera y leche; de zanahoria y zumo de naranja… Recuerda que las frutas tropicales, las frutas del bosque (frambuesas, arandanos, grosellas), las fresas, el kiwi, el melocotón y el albaricoque deben retrasarse en su dieta para evitar posibles alergias. Pregunta a tu pediatra cuándo puedes dárselas. Los líquidos debes echarlos en botes herméticos o con tapón de rosca que luego meterás en la bolsa termo.