Los niños con diabetes pueden llegar a pincharse a diario hasta nueve veces en la yema de los dedos para controlar el nivel de azúcar en sangre, incluso en mitad de la noche para evitar la hipoglucemia nocturna. Un nuevo sistema de control parece ahorrar pinchazos al niño.
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de azúcar (glucosa) en la sangre debido a que el páncreas no produce insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células y no se quede en la sangre. En los niños, la diabetes tipo 1 es la más habitual. Según la Federación Internacional de Diabetes (FID), Europa tiene las mayores tasas de incidencia de diabetes tipo 1 en niños: se estima que cada año aparecen 21.600 nuevos casos. “En España, hasta 2010, había 9.000 niños con diabetes tipo 1. Es una enfermedad que está aumentando y se desconoce la causa, aunque hemos visto que hay más incidencia en la zona centro y sur del país, coincidiendo con las zonas de mayor obesidad“, apunta el Dr. Juan Pedro López Siguero, endocrinólogo del Hospital Materno Infantil de Málaga.
Síntomas de diabetes en niños
Según explica López Siguero, los síntomas de la diabetes en los niños son: excesiva sed que les obliga a beber gran cantidad de líquido, “pero al mismo tiempo orinan mucho, por lo que pueden acabar deshidratados, además de pérdida de peso”, dice. Si tu hijo tiene estos síntomas, consulta rápido con el pediatra.
Una vez diagnosticada la enfermedad, lo ideal es que el niño sea controlado por un equipo multidisciplinar (endocrinólogo pediátrico, enfermera, dietista, profesional de la salud mental), tal como se recomienda la Asociación Americana de la Diabetes en el documento Cuidado de niños y adolescentes con diabetes tipo 1. “En España, solo hay nueve centros que disponen de equipo ideal para tratar a estos niños”, puntualiza el endocrinólogo.
Control de la glucemia
El niño con diabetes tipo 1debe controlar los niveles de glucosa en sangre para saber qué dosis de insulina debe inyectarse y prevenir hipoglucemias (bajadas de azúcar) e hiperglucemias (subidas de azúcar). Hay situaciones que pueden aumentar considerablemente la cantidad de azúcar en sangre como, por ejemplo, una comida abundante en hidratos de carbono (azúcar, pasta, pan), la disminución del ejercicio físico, el estrés, una infección o una cirugía, o la combinación de la insulina con otros tratamientos médicos, como los corticoides. “Por eso es tan importante enseñar a los niños el manejo de su enfermedad, deben estar educados en el problema y saber controlar su alimentación”, explica el Dr. Juan Pedro López.
Los momentos en que deben hacerse el control de glucemia son: en ayunas, después de desayunar, antes de comer, después de comer, antes de cenar, después de cenar y por la noche, en mitad del sueño. También cuando se sospecha de un nivel bajo de glucosa en sangre: antes de realizar una actividad física y tras realizarla. Este control se suele hacer mediante un pinchazo en la yema de los dedos para obtener una gota de sangre, algo muy molesto para los niños, ya un diabético puede llegar a pincharse unas nueve veces al día. Un nuevo sistema de medición que acaba de salir al mercado permite controla la glucemia sin pinchar al niño. El sistema, llamado FreeStyle Libre, consiste en aplicar en el brazo un sensor del tamaño de una moneda de forma permanente (dura 14 días) que mide a través de nanómetros la glucosa del líquido intersticial (líquido que proviene de los capilares). Se pasa un pequeño escáner por encima que lee el dato de glucosa. Esta diseñado para poder bañarse y hacer ejercicio sin retirarlo. Este sistema ahorra pinchazos al niño pero no los elimina por completo, ya que según explica el mismo fabricante, es necesario realizar una prueba de punción digital cuando los niveles de glucosa en sangre cambien rápidamente, si los niveles en líquido intersticial no reflejan con precisión los niveles de glucosa en sangre, si el sistema informa de hipoglucemia o hipoglucemia inminente o si los síntomas que presenta el niño no se corresponden con las lecturas del sistema. Otro de sus inconvenientes es su alto precio: 59,90 € cada sensor (hay que cambiarlo cada 14 días) más el medidor.
Hipoglucemia nocturna en los niños
La hipoglucemia nocturna (bajada de glucosa mientras el niño duerme) es uno de los miedos con el que deben vivir los padres y los hijos. Por eso es importante realizar el control cuando el niño duerme para detectar a tiempo el problema. “En niños con diabetes la hipoglucemia ocurre por un desequilibrio entre la insulina puesta (exceso), ingesta alimentaria (defecto) o ejercicio (exceso). Durante la noche puede favorecerse porque el niño no ha comido suficiente en relación con la insulina remanente, además de ser más frecuente en niños cuyos mecanismos reguladores no actúan bien. La hipoglucemia nocturna suele ser más frecuente con la duración de la diabetes. Ocurre por la pérdida de los mecanismos defensivos, como la producción de adrenalina o glucagón”, explica el endocrinólogo. ¿Cómo evitarla? Según recomienda el especialista, es preciso detectarla a través de las medidas de glucemia antes de acostarse y a media noche. “Estar más atentos los días en los que el niño ha realizado mucho ejercicio durante la tarde o ha comido poco, por estar enfermo. Si la glucemia antes de acostarse está por debajo de 100 mg, se deben aportar hidratos de carbono de liberación lenta (pasta, arroz)“, concluye.