En España, cerca del 19% de los embarazos entre la población femenina en edad fértil terminaron en aborto en 2010. En los tres últimos años se aprecia una cierta estabilización, según se recoge en la página www.saludreproductiva.com. Los datos que se incluyen proceden de las estadísticas oficiales publicadas por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Instituto Nacional de Estadística.
Margarita Delgado, demógrafa del CSIC, asegura que, aunque “la proporción de embarazos que se interrumpen se acerca al 19% para el conjunto de las mujeres, la cifra es bastante más alta en los grupos de edad más jóvenes, llegando a superar el 50% entre las adolescentes en los últimos años”. Este dato apunta a que entre las jóvenes la proporción de embarazos no deseados es muy elevada, ya que, como mínimo, los que se interrumpen voluntariamente cabe calificarlos como no deseados. Esto indica que existen importantes carencias de formación y, probablemente, también de información.
La educación anticonceptiva, clave de la salud sexual
Una de las claves diferenciadoras para Margarita Delgado es la educación. Hace apenas unos meses, el equipo de investigación que lidera en el CSIC presentaba un estudio que relacionaba el nivel de desarrollo y educación en las diferentes comunidades autónomas con la maternidad adolescente. En este sentido, se constató que a mayor nivel educativo menor era la incidencia del embarazo en la adolescencia, lo que sin duda conlleva, asimismo, una mejor y más correcta educación sexual y anticonceptiva.
La formación en salud reproductiva se manifiesta para los expertos como la clave para evitar prácticas de riesgo y mejorar los hábitos sexuales y anticonceptivos en nuestro país.









































