Según la información facilitada por la Clínica Ginefiv, existen estudios recientes que han revelado que una de las principales causas de la infertilidad masculina se encuentra en los disruptores endocrinos, unas sustancias químicas que se encuentran en el medio ambiente y que interfieren en el funcionamiento del sistema hormonal, influyendo negativamente en la capacidad reproductiva masculina. Esto hace que afecte a la movilidad, el volumen y la concentración de los espermatozoides, disminuyendo así la calidad del semen. Estas sustancias químicas están presentes en materiales con los que convivimos día a día como los productos de limpieza, insecticidas, pinturas o incluso determinados plásticos de envases. Asimismo, algunas investigaciones internacionales están estudiando la posibilidad de que las ondas electromagnéticas que desprenden algunos dispositivos electrónicos –como los teléfonos móviles– puedan influir también en la calidad del semen, afectando así a la fertilidad masculina.