La investigación, realizada en el Swiss Tropical and Public Health Institute de Basilea (Suiza) y publicada en el Journal of the National Cancer Institute, encara las preocupaciones de que los niños pueden ser más vulnerables a riesgos para la salud por la radiación electromagnética de los teléfonos móviles. El sistema nervioso de los niños aún está en desarrollo y se teme que su perímetro craneal más pequeño pueda permitir a la radiación penetrar más profundamente en el cerebro.
La investigación, realizada en el Swiss Tropical and Public Health Institute de Basilea (Suiza) y publicada en el Journal of the National Cancer Institute, encara las preocupaciones de que los niños pueden ser más vulnerables a riesgos para la salud por la radiación electromagnética de los teléfonos móviles. El sistema nervioso de los niños aún está en desarrollo y se teme que su perímetro craneal más pequeño pueda permitir a la radiación penetrar más profundamente en el cerebro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reavivó el interés sobre los posibles riesgos sanitarios de los teléfonos móviles después que anunciar en mayo que el uso de los móviles puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de tumores cerebrales.
El estudio fue realizado entre 2004 y 2008 en Noruega, Dinamarca, Suecia y Suiza, y analizó el uso del teléfono de 352 pacientes con cáncer de cerebro y 646 sujetos control. La investigación halló que los pacientes con tumores cerebrales no eran más propensos a ser usuarios regulares del teléfono que los sujetos control que no tenían cáncer. En la actualidad hay 5.000 millones de teléfonos móviles en uso, unos 30 años después de su lanzamiento comercial.