Acaba de aparecer un nuevo material para tratar las fracturas: escayolas de plástico que se pueden sumergir en el agua. Un nuevo avance que permite a los niños escayolados disfrutar de la piscina y del mar en verano.
La última generación de escayolas para inmovilizar las fracturas es de plástico, moldeable y repele el agua. Justo lo que buscan los traumatólogos para tratar las lesiones. Se ha presentado en el último congreso de la Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica (Sevilla, 2017) y ya hay traumatólogos que lo han probado en sus pacientes con éxito. Uno de ellos lo ha publicado en su página web, donde ha colgado la foto de un yeso de plástico que acababa de colocar a una niña de seis años. Las ventajas que describe esta traumatóloga es que este yeso de plástico es moldeable y en la parte interior lleva almohadilla y material acolchado repelente al agua. “Con un secador de aire frío, el agua se escapa por la parte inferior del yeso como si de un embudo se tratara”, dice. Los materiales tradicionales (venda de algodón y yeso) no aguantan la humedad, de ahí que no se puedan mojar. Esto impide que los pacientes puedan tener una higiene adecuada. Según se explica en la página web que distribuye el producto, las nuevas escayolas sumergibles permiten al paciente poder bañarse a diario, ya sea en casa, en la playa o en la piscina; son muy ligeros, reducen a menos de la mitad el peso del yeso tradicional y se puede elegir el color entre una gran variedad de ellos. Además, no huelen mal como los yesos tradicionales y, si se produce picor, se puede aliviar con el roce del agua metiendo la escayola bajo el grifo.