“La primera visita al dentista debe hacerse a partir de los 3 años de edad, es la única manera de conseguir que el niño, poco a poco, vaya familiarizándose con la clínica y con el especialista”. Así lo asegura la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista y directora general de la Clínica Benalal, en Madrid, y añade, “al principio tratamos de “jugar” con los pequeños para que asocien la visita a algo agradable y divertido”. Es importante que el niño no acuda al especialista por primera vez cuando ya tiene un problema en la dentadura porque entonces asociará esa visita como algo traumático.
“La primera visita al dentista debe hacerse a partir de los 3 años de edad, es la única manera de conseguir que el niño, poco a poco, vaya familiarizándose con la clínica y con el especialista”. Así lo asegura la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista y directora general de la Clínica Benalal, en Madrid, y añade, “al principio tratamos de “jugar” con los pequeños para que asocien la visita a algo agradable y divertido”. Es importante que el niño no acuda al especialista por primera vez cuando ya tiene un problema en la dentadura porque entonces asociará esa visita como algo traumático.
A partir de esa primera visita, se recomienda realizar dos al año: “2 al año es suficiente para poder detectar cualquier problema que pueda presentarse, fundamentalmente, las caries”, explica la especialista. Y es que esta es la principal patología dental que puede darse durante los primeros años de vida. Aunque es poco probable que aparezcan caries antes de los tres años, “en los niños con una disposición genética y pocos cuidados por parte de los padres pueden comenzar a desarrollarse a partir de los 4 ó 5 años”. Cuando éstas dan la cara hay que tratarlas, aún cuando el niño tiene todavía los dientes de leche. “Muchas personas piensan erróneamente que hasta que no salen los dientes definitivos no se deben tratar las caries. Al contrario, hay que hacerlo de la misma manera”, afirma la doctora Benalal.
Por qué aparecen las caries
Las caries dentales son uno de los trastornos más comunes, después del resfriado común. En los últimos años se ha observado un descenso importante en el número de casos. Según la doctora, “la adquisición de hábitos de higiene dental desde la infancia está favoreciendo este hecho. Además, los cambios en las costumbres nutricionales hace que los padres hayan reducido significativamente la cantidad de dulces y golosinas que le dan a sus niños”.
Si bien en algunos casos hay una predisposición genética, sí que existen medidas que pueden ayudar a prevenir su aparición. “Los dientes definitivos empiezan su mineralización prácticamente al nacer, por ello, la ingesta de flúor influye tremendamente en la calidad de los tejidos que componen el diente”, explica la especialista. Sin duda, la higiene es la medida más eficaz para evitar las caries. Por ello, los expertos recomiendan empezar con los cuidados dentales desde los 2 años de edad. “Aunque no sea un cepillado muy exhaustivo, es importante que los padres vayan concienciando al niño de la importancia de cuidar su dentadura y que le acompañen durante el cepillado”. De hecho, la doctora asegura que hasta que el niño cumpla 8 ó 10 años, el padre o la madre deben acompañarlo en al menos uno de los tres cepillados diarios.