La mayoría de los niños SUPERDOTADOS está sin diagnosticar

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona superdotada a aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130. Según los datos de un informe elaborado por el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Cultura, en España hay alrededor de 300.000 alumnos superdotados.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona superdotada a aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130. Según los datos de un informe elaborado por el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Cultura, en España hay alrededor de 300.000 alumnos superdotados.

¿Cómo saber que es superdotado?
Según la doctora María Isabel Peguero, pediatra especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, de Almendralejo (Badajoz), “habitualmente, son los padres los que detectan la superioridad mental del niño. Sin embargo, el diagnostico suele tardar porque antes de los tres años puede confundirse con simples precocidades. Suele ser entre los cuatro y los siete años cuando los pediatras podemos realizar un diagnostico fiable”. Algunas de las características que pueden presentar los niños superdotados pueden ser: intensidad y sensibilidad emocional, autoconciencia, autocrítica, empatía, pasión, autoexigencia y perfeccionismo. Sin embargo, a menudo pueden ser emocionalmente inestables, en unas ocasiones introvertidos o por el contrario tener gran capacidad de liderazgo.
Existe la falsa creencia de que los niños con un coeficiente intelectual superior a lo normal no presentan problemas de aprendizaje, sin embargo, pueden presentar trastornos de aprendizaje como otros niños. De hecho, en un 70% de los casos hay un bajo rendimiento escolar y entre el 35% y el 50% sufren fracaso escolar. “Aún cuando existe la evidencia de un potencial para un elevado rendimiento la actuación escolar puede estar por debajo del nivel esperado”, reflexiona la dra. Isabel Peguero.  La falta de motivación suele ser uno de las causas que propician bajo rendimiento escolar. Aunque los niños superdotados aprenden fácilmente, si el plan de enseñanza no es el adecuado, pueden fracasar y asumir su bajo rendimiento. Asimismo, también suelen aparecer problemas de sociabilidad, “sobre todo, ante la falta de modelos sociales con los que el niño pueda identificarse”, matiza la doctora Peguero.
Los pediatras de Atención Primaria hacen hincapié en la importancia de tomar las medidas educativas necesarias y de informar a los padres de cómo colaborar. “Los niños mejoran rápidamente si se siguen las pautas adecuadas”, concluye la especialista.