Aunque parezca una contradicción, la nueva recomendación de los odontólogos para prevenir la caries se basa no enjuagarse la boca tras el cepillado para que la acción protectora del flúor permanezca más tiempo en los dientes.
¿Riesgo de fluorosis?
La costumbre de enjuagarse la boca con agua reside en el miedo a que los niños se traguen los restos de la pasta de dientes que contiene flúor, un mineral que se añade a colutorios y pastas de dientes con el fin de reforzar el esmalte dental. Sin embargo, tal y como explica Lydia Almansa, auxiliar de odontología, experta en higiene dental y creadora del blog Una madre en el dentista, “la pequeña ingesta de flúor ocasionada por el cepillado de dientes es nula pero sí que han crecido los casos de niños pequeños con caries en dientes de leche”. Esta experta indica que aunque parezca raro el consejo de no enjuagarse, es lo mejor. Basta con escupir bien todo el resto de pasta tras el cepillado, “la sensación de pasta en la boca es más sensación que realidad”, dice. A la hora de elegir la pasta de dientes, Almansa recomienda fijarse en la cantidad de flúor que llevan y seguir estas indicaciones:
– De 0 a 2 años: hasta 1000 ppm de flúor.
– De 2 a 6 años: de 1000 a 1450 ppm de flúor.
– Más de 6 años: 1450 ppm de flúor.