Utilizar un fotoprotector 15 en los primeros 18 años de vida puede reducir un 78% el riesgo de CÁNCER DE PIEL

La aparición del cáncer de piel se relaciona con la exposición a los rayos solares durante períodos de tiempo largos y con exposiciones intermitentes e intensas. Según estimaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel distintos del melanoma y 200.000 melanomas malignos. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector de factor 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo.

Recomendaciones para el verano

La aparición del cáncer de piel se relaciona con la exposición a los rayos solares durante períodos de tiempo largos y con exposiciones intermitentes e intensas. Según estimaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel distintos del melanoma y 200.000 melanomas malignos. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector de factor 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo.

Recomendaciones para el verano
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) proponen una serie de consejos para prevenir estas enfermedades y lesiones que, sobre todo, se producen en verano. La Dra. Juani Solano, pediatra de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), afirma que los cuidados más importantes en este aspecto son “evitar exponer a los niños al sol entre las 12 y las 17 horas, usar cremas o lociones fotoprotectoras con un factor de protección 15 o mayor en niños de piel clara, pelirrojos, niños de ojos claros, con pecas o afectos de dermatitis atópica u otras enfermedades de la piel”.
Los efectos de los rayos solares aumentan por el viento y las propiedades reflectoras de la superficie del suelo: la arena refleja entre un 10% y un 25% de estos rayos, por lo que la exposición de los bañistas es especialmente intensa.
Los pediatras recomiendan aplicar el fotoprotector antes de salir de casa y renovar frecuentemente su aplicación, aproximadamente cada dos horas, o antes si el baño es prolongado o hay un incremento de la sudoración. Otras medidas útiles son el uso de gorras o sombreros anchos y gafas de sol con cristales homologados.
También es recomendable el uso de lociones hidratantes y calmantes con posterioridad a la exposición, que actúan conjuntamente con la finalidad de calmar la quemazón cutánea y paliar y/o corregir las anomalías originadas por la agresión solar. Finalmente, es aconsejable el uso de ropa que proteja la piel lo más posible, que no deje pasar la luz visible.