Una investigación de la Universidad de Bristol ha revelado que los adolescentes que vieron películas en las que aparecen fumadores tienen un 73 por ciento más de posibilidades de probar un cigarrillo. También desarrollan casi el 50 por ciento más de probabilidades de convertirse en fumadores habituales.
Estas cifras se recalcularon teniendo en cuenta otros factores que pueden afectar a la iniciación en el tabaco como la situación familiar (si los padres fuman) o social (si los jóvenes consumen alcohol habitualmente). Con este reajuste, los niños que más habían visto fumar en el cine seguían teniendo un 32% más de posibilidades de convertirse en fumadores.
Una investigación de la Universidad de Bristol ha revelado que los adolescentes que vieron películas en las que aparecen fumadores tienen un 73 por ciento más de posibilidades de probar un cigarrillo. También desarrollan casi el 50 por ciento más de probabilidades de convertirse en fumadores habituales.
Estas cifras se recalcularon teniendo en cuenta otros factores que pueden afectar a la iniciación en el tabaco como la situación familiar (si los padres fuman) o social (si los jóvenes consumen alcohol habitualmente). Con este reajuste, los niños que más habían visto fumar en el cine seguían teniendo un 32% más de posibilidades de convertirse en fumadores.
Tras estos resultados, el Centro de Estudios del Reino Unido para el Control del Tabaco (UKCRC) ha solicitado que las películas en las que se fuma se regulen bajo las mismas reglas estrictas que son aplicadas a los largometrajes que muestran violencia y sexo, argumentando que los niños necesitan ser protegidos de las imágenes potencialmente dañinas. Las películas muestran el acto de fumar como un comportamiento atractivo en lugar de asociarlo con resultados negativos, como la mala salud.
El trabajo se realizo con datos recogidos de 5166 adolescentes de 15 años de edad.
Más información: www.bris.ac.uk/news/2011/7913.html