Los casos de diabetes infantil han aumentado en los últimos años, pero sobre todo se ha adelantado la edad en la que aparece la enfermedad. “En los últimos años se ha producido un adelanto en la edad de inicio de la diabetes en los niños. Hoy día se observan muchos casos antes de los cinco años, cuando anteriormente lo más habitual era que la enfermedad irrumpiera en torno a la pubertad. Incluso se ve cómo se presentan muchos casos en bebés con pocos días o meses de vida”, asegura la doctora Beatriz García Cuartero, especialista en Endocrinología Infantil y responsable de la Unidad de Diabetes Infantil del Centro Médico d-médical. Los motivos de este adelanto no están claros, “aún desconocemos las causas exactas que dan origen a una diabetes tipo 1, que es el tipo que padecen la casi totalidad de los niños. Se sabe que existen una serie de factores genéticos, epidemiológicos y ambientales, que combinados entre sí, aumentan la predisposición a desarrollar la enfermedad. Pero no hay factores claros determinantes, por lo que no podemos saber tampoco cómo prevenirla. Algunos estudios apuntan a los beneficios de la lactancia materna para su posible prevención, pero todavía no hay datos concluyentes”, explica la especialista.
Señales de sospecha
Diagnosticar la enfermedad a estas edades tempranas es complejo. “Cuanto más pequeño es el niño, más difícil es la detección. Las señales de sospecha pueden ser inespecíficas, como la presencia de vómitos o decaimiento general. El beber y orinar mucho o despertarse por la noche a orinar, son otros de los síntomas que se presentar con mayor frecuencia y pueden ser las señales clínicas que alerten a los padres”, señala la doctora Beatriz García Cuartero.
La angustia de los padres
Tras el diagnóstico, el paso más difícil es adaptarse a la nueva situación. Tanto el niño como sus padres deben aprender a convivir con la enfermedad. “Los padres suelen encontrar el principal problema en el colegio, porque ven indefenso a su hijo y no encuentran en la escuela apoyos suficientes para seguir el tratamiento. Es duro observar cómo en muchos casos, uno de los padres se ve obligado a dejar de trabajar para cuidar a su hijo diabético, y hoy por hoy, es la madre quien suele dar ese paso”, afirma la doctora.
Uno de los retos más importantes en estos momentos es hacer una labor de sensibilización en los colegios, involucrando a los profesores en el conocimiento y en el manejo de la enfermedad en estos niños. “Hace algunos años había cierto rechazo en los colegios hacia los niños con diabetes. Esto se producía por el desconocimiento de los responsables y del profesorado. Ahora estamos enseñando y formando a los maestros a través de nuestras enfermeras y, en algunos casos, hemos conseguido incluso, que haya enfermeras en algunos centros escolares”, explica la especialista.
Control del paciente a distancia
Según apunta esta especialista, las familias de niños con diabetes infantil tienen actualmente un aliado en la telemedicina: “La posibilidad de contar con un sistema de asistencia por telemedicina, hace que los padres puedan enviarnos los controles de glucemia (azúcar) de su hijo por fax o por correo electrónico, y luego hacer la consulta telefónica o por skype, sin necesidad de desplazarse hasta el centro médico. Esto posibilita el seguimiento cercano y exhaustivo del proceso, ahorra tiempos de desplazamiento y, sobre todo, da tranquilidad a unos padres que habitualmente se encuentran desconcertados, indefensos y muy preocupados”.