Los ABUELOS españoles se sienten “utilizados”

Los abuelos y abuelas españoles se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y el agobio que supone una excesiva responsabilidad en su cuidado y educación. Una tarea que comienza a desbordarles y en la que se sienten “utilizados” por el trabajo de guardería que les ha sido encomendado.
La preponderancia de ambos sentimientos viene marcada por la clase social: En familias donde los recursos económicos son escasos (y no hay posibilidad de contratar canguros o guarderías) los padres delegan excesivamente en los abuelos y abuelas que afirman sentirse “angustiados” y “utilizados”.

Los abuelos y abuelas españoles se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y el agobio que supone una excesiva responsabilidad en su cuidado y educación. Una tarea que comienza a desbordarles y en la que se sienten “utilizados” por el trabajo de guardería que les ha sido encomendado.
La preponderancia de ambos sentimientos viene marcada por la clase social: En familias donde los recursos económicos son escasos (y no hay posibilidad de contratar canguros o guarderías) los padres delegan excesivamente en los abuelos y abuelas que afirman sentirse “angustiados” y “utilizados”.

Más del 50% de los abuelos cuidan de sus nietos casi todos los días y el 22% durante más de 7 horas diarias. Según el informe Abuelos y abuelas…para todo. Percepciones en torno a la educación y el cuidado de los nietos, realizado por la Fundación de la Ayuda a la Drogadicción (FAD) y la Obra Social Caja Madrid, los abuelos amortiguan las carencias de unos servicios sociales muy deficitarios para las familias de clase media y baja.

Los abuelos ofrecen su tiempo e incluso sus recursos económicos cuando los problemas económicos acechan a sus hijos y nietos. Incluso, aducen que esta convivencia intergeneracional les rejuvenece y están dispuestos a aceptar su función de cuidadores de los nietos cuando sea una necesidad (por la imposibilidad de la pareja de conciliar la jornada laboral con la vida familiar o por razones económicas), pero no para que los padres disfruten de mayor tiempo libre.

Los abuelos quieren “poner límites” a sus funciones familiares. “Hay que ayudar a los hijos para que vivan, no para que ellos vivan mejor” y “hay que salvar algo del propio tiempo” son algunas de las conclusiones del informe. Muchos de ellos realizan una auténtica jornada laboral de ocho de la mañana a ocho de la tarde pendientes de sus nietos. Los llevan al colegio, les dan de comer, los recogen y los cuidan hasta que sus padres vuelven del trabajo. Son los llamados abuelos-guardería, una nueva generación de mayores que se ven obligados a cuidar de sus nietos justo cuando empezaban a poder disfrutar de su tiempo libre.

El hecho de que los padres cada vez deleguen más en los abuelos hace que estos tengan que asumir el papel de educador que ya asumieron con sus hijos, lo que no deja de producirles estrés. El coordinador del proyecto y técnico de la FAD, Eusebio Megías, destacó que a veces se producen conflictos porque “los abuelos no saben a qué atenerse”. No saben si aplicar sus propios criterios educativos o los de los padres.

Además los mayores albergan un sentimiento de inquietud por su futuro ya que piensan que después de pasarse toda una vida cuidando a hijos y nietos, creen que, cuando necesiten atención, nadie se encargará de ellos. “Cuidamos a nuestros hijos, cuidamos a nuestros nietos y sospechamos que nadie va a preocuparse de cuidarnos a nosotros”.

Más información: www.obrasocialcajamadrid.es/Ficheros/CMA/ficheros/OBSSocial_EstudioAbuelosFAD.PDF

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