Limpiar los oídos de los niños con bastoncillos puede ocasionar daños en los oídos: desde heridas en la piel hasta perforación del tímpano.
Según el otorrinolaringólogo Juan Royo, más de la mitad de los pacientes que acuden a su consulta afirman utilizar bastoncillos para limpiar sus oídos. Pero advierte: “No es conveniente introducir ningún instrumento en el conducto auditivo, ni en niños ni en adultos. Para mantener la higiene de los oídos basta con limpiar la entrada del conducto que sale al pabellón auditivo con el dedo al ducharnos o al lavarnos la cara. El oído tiene un sistema de autolimpieza que expulsa al exterior las impurezas mediante la cera”.
El peligro para los niños es mayor porque la piel de sus oídos es más delicada. Si utilizáis bastoncillos, el niño verá con normalidad este hábito y querrá imitarlo.
Además, el uso de bastoncillos también causa problemas en el medio ambiente: suelen tirarse por el inodoro y, en muchos casos, sortean los filtros de las depuradores y llegan al mar.