PIOJOS en los campamentos: cómo deben actuar los monitores

 

 

Con la llegada del verano el contagio de piojos aumenta porque estos parásitos buscan el calor para reproducirse y por el tipo de actividades que realizan los niños, sobre todo en los campamentos. “Allí pasan mucho tiempo juntos, juegan, duermen e incluso comparten almohadas, gorros o toallas. Cuando se detecta un caso es necesario lavar o aislar todos los objetos que hayan estado en contacto con la cabeza del niño, tratarle con un pediculicida y administrar un protector o repelente, de venta en farmacias, al resto de los niños. También se deberá realizar una revisión periódica manual de la cabeza a los demás niños y educar para evitar que intercambien prendas u objetos personales que se usen en la cabeza, mantener una buena higiene y llevar el pelo recogido”, advierte la doctora Paula Aguilera, del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y la Clínica Dermatológica Dermik. 
En primer lugar, los monitores y responsables del campamento “deben ser conscientes de que tener piojos es algo común, y así deben transmitírselo a los niños, sin que se discrimine a nadie por ello, ni se le envíe a casa puesto que ésta no es la solución”, advierte la doctora Aguilera. Por eso esta especialista aconseja a los padres “informarse de cuál es la forma de actuar del campamento con respecto a los piojos antes de decidirse por uno”. La política de exclusión del niño se aplica en algunos centros anglosajones bajo el concepto No Nit Policy (Política de No Liendres). Sin embargo, diversas instituciones científicas se han manifestado en contra de esta estrategia, por ineficaz y estigmatizante, como los Centers for Disease of Control and Prevention, los organismos públicos de salud de Estados Unidos. 

 

Botiquín antipiojos
El Centro de Información de la Pediculosis recomienda que “el botiquín del campamento contenga un kit antipiojos de dispensación farmacéutica que incluya loción, champú, lendrera y protector para evitar contagios. Aunque también se puede incluir en la lista de cosas que el niño debe llevar en su mochila, igual que se hace con el repelente antimosquitos o el protector solar. También es recomendable para evitar el contagio que el niño lleve identificados con su nombre los complementos y la ropa que vaya a usar, sobre todo los de la cabeza, como gorras o pañuelos”, explica el doctor Raúl De Lucas Laguna, jefe de Sección del Servicio de Dermatología Pediátrica del Hospital La Paz de Madrid. Sin embargo, sólo uno de los campamentos analizados recomienda llevar un pediculicida, según el estudio.
En el campamento debe haber también un responsable de aplicar el pediculicida y el protector. “Lo normal es que el monitor de cada grupo conozca las pautas a seguir para prevenir y actuar contra los piojos, no es necesario que sea un profesional sanitario“, señala el doctor de Lucas. De hecho, según el estudio, sólo el 10% de los campamentos analizados afirma tener un servicio médico o de enfermería propio. Otro 30% cubre la asistencia sanitaria gracias al centro de salud u hospital más cercano.

El Centro de Información de la Pediculosis ha elaborado unas pautas a seguir por los monitores y responsables del campamento que pueden descargarse de la web: www.infopiojos.com.