La eliminación total de la leche en la dieta de los niños sin recomendación del pediatra está dando lugar a casos de raquitismo.
De la leche materna a la de vaca
“La mejor leche durante la primera etapa de vida es sin duda la leche materna. Principalmente por los anticuerpos que reciben de la madre. Los bebés que toman leche de su madre padecen menos bronquiolitis, diarreas, neumonías, y las infecciones suelen ser menos graves”, defiende el doctor García Salas. “A partir de los dos años – continúa–, es importante que tomen leche de vaca o de otro mamífero. Principalmente por la calidad y cantidad de proteínas que contienen”. Hay que recordar que la leche entera contiene mucho calcio, esencial para que los huesos de los niños que están en pleno desarrollo y crecimiento. Y la grasa de la leche también es rica en vitamina D, cuya función es conseguir que el calcio se absorba en el intestino. Por tanto, la leche ofrece un dúo de nutrientes muy importantes para evitar el raquitismo en los niños, una enfermedad producida por el déficit de calcio o vitamina D que debilita los huesos e interfiere en el normal crecimiento del niño.
¿Cuánta leche deben tomar?
“En la infancia y adolescencia, las recomendaciones actuales son de tomar dos vasos de leche al día, es decir medio litro de leche. Con ello cubrimos las necesidades para su crecimiento”, dice este médico. Aunque también señala que, si no se llega a esta ingesta, tampoco es una tragedia ya que existen otros alimentos ricos en calcio que pueden cubrir la carencia.