Uno de cada cuatro escolares ha sido víctima de acoso

La violencia en las escuelas genera en el 53% de los afectados estrés postraumático, además de depresión, baja autoestima y absentismo crónico (ausencia de las clases). “En ocasiones puede llegar al suicidio o tener el efecto contrario y provocar personas violentas. Las matanzas que se han registrado en Estados Unidos han sido el resultado de niños y adolescentes que intimidados reaccionan de forma violenta y descontrolada. En general, la escuela se transforma para ellos en un espacio hostil y peligroso y viven su período escolar en permanente angustia y terror”, explica la doctora Inés Hidalgo-Vicario, pediatra de Atención Primaria en Madrid,.

La violencia en las escuelas genera en el 53% de los afectados estrés postraumático, además de depresión, baja autoestima y absentismo crónico (ausencia de las clases). “En ocasiones puede llegar al suicidio o tener el efecto contrario y provocar personas violentas. Las matanzas que se han registrado en Estados Unidos han sido el resultado de niños y adolescentes que intimidados reaccionan de forma violenta y descontrolada. En general, la escuela se transforma para ellos en un espacio hostil y peligroso y viven su período escolar en permanente angustia y terror”, explica la doctora Inés Hidalgo-Vicario, pediatra de Atención Primaria en Madrid,.
Pero las consecuencias no son sólo para el niño agredido: una persona violenta tiene más posibilidades de serlo cuando sea mayor. El 60% de los acosadores posee al menos una condena criminal a los 24 años y entre el 35 y 40% tres o más.

Causas
Son muchos los factores que influyen en la aparición de este tipo de conductas, pero los pediatras destacan dos: haber vivido en un clima de violencia y la violencia gratuita en medios de comunicación y videojuegos. Como apunta el doctor Luís Rodríguez–Molinero, pediatra de Atención Primaria de Valladolid, “el hombre es el único animal que ejerce la violencia para disfrutar y, en el caso del niño y el adolescente, suelen hacerse violentos porque normalmente han sido víctimas de la misma”.
La televisión se considera que ejerce una gran influencia en el desarrollo del niño. “Esto tiene un lado positivo por lo que aporta en la cultura y educación pero también negativo, sobre todo en los niños menores de 3 años. Diversas investigaciones están apuntando la causa–efecto entre las imágenes violentas de los programas documentales e informativos y la percepción para el niño de que el mundo es hostil”, explica el pediatra. Pero más allá de la televisión, los videojuegos violentos “vuelven insensibles a los niños y adolescentes generando actitudes y conductas agresivas”, precisa el doctor Rodríguez-Molinero.
No obstante, la línea de violencia se puede interrumpir. Como afirma el doctor Patricio José Ruiz-Lázaro, pediatra de Atención Primaria de Alcalá de Henares, “un adolescente que se ha visto involucrado en conductas violentas no es necesariamente una persona mala  y como se asegura desde la Organización Mundial de la Salud, es posible prevenir la violencia y disminuir sus efectos, de la misma manera que las medidas de salud pública han logrado prevenir y disminuir las complicaciones relacionadas con el embarazo o las enfermedades infecciosas”. Ejemplo exitoso en España es el programa J.A.M.P.A del proyecto de participación comunitaria de adolescentes que coordina el Dr. Ruiz-Lázaro. http://adolescentes.blogia.com/