Según explicó Roberto Sabrido, presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el sobrepeso y la obesidad afectan al 56% de los adultos y al 27% de los niños y adolescentes y no son consecuencia de que se coma demasiado, sino de hacerlo de una forma desequilibrada, abusando de las carnes rojas, los refrescos y la bollería. Además, sólo cuatro de cada 10 encuestados consumen hortalizas a diario. Para Sabrido los españoles están “dando la espalda a la dieta mediterránea”.
Con el fin de reconducir la situación, Sabrido abogó por la educación alimentaria, que debe acompañarse con medidas de las distintas administraciones públicas que promuevan buenos hábitos. El presidente de la AESAN explicó que estos problemas alimentarios se dan ahora con tasas más altas que en décadas pasadas por una mayor oferta de productos, modificaciones en los hábitos, falta de tiempo a la hora de preparar las comidas, la publicidad y la imposibilidad de comer las familias en conjunto.
Este consumo excesivo de grasas y proteínas y la ingesta bajo mínimos de frutas y verduras se ve agravada por el sedentarismo que manifiesta el 46% de los españoles. Estos datos son la causa de la diabetes, hipertensión y cardiopatía que acortan significativamente la esperanza de vida lo que podría suponer que, por primera vez, una generación de ciudadanos sume una esperanza de vida inferior a la de sus progenitores.
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