La incorporación al mundo laboral y la actual situación socio-económica han ocasionado que las mujeres jóvenes retrasen cada vez más la edad de maternidad sin ser conscientes de los límites de la fertilidad humana. Cada año que pasa disminuye la reserva ovárica de la mujer y, en consecuencia, sus posibilidades de conseguir un embarazo natural. De hecho, hoy en día una de cada diez mujeres ve reducida su fecundidad a la edad de 32 años. “Las mujeres nacemos con una gran cantidad de óvulos y ovularemos uno cada mes, pero debemos tener en cuenta que muchos no serán ovulados y a lo largo del proceso de envejecimiento ovárico empeorará su calidad”, señala la Dra. Victoria Verdú, Coordinadora de Ginecología en la Clínica Ginefiv.
La incorporación al mundo laboral y la actual situación socio-económica han ocasionado que las mujeres jóvenes retrasen cada vez más la edad de maternidad sin ser conscientes de los límites de la fertilidad humana. Cada año que pasa disminuye la reserva ovárica de la mujer y, en consecuencia, sus posibilidades de conseguir un embarazo natural. De hecho, hoy en día una de cada diez mujeres ve reducida su fecundidad a la edad de 32 años. “Las mujeres nacemos con una gran cantidad de óvulos y ovularemos uno cada mes, pero debemos tener en cuenta que muchos no serán ovulados y a lo largo del proceso de envejecimiento ovárico empeorará su calidad”, señala la Dra. Victoria Verdú, Coordinadora de Ginecología en la Clínica Ginefiv.
La importancia de conocer la reserva ovárica
Ante esta situación y con el fin de saber si es posible esperar más tiempo para ser madre, es fundamental conocer el estado de los óvulos. Para ello, se deberá analizar la reserva ovárica, es decir, la capacidad funcional de los ovarios, así como el número y la calidad de los ovocitos. Los avances en la medicina reproductiva y la tecnología han permitido que hoy se pueda conocer a través del recuento de folículos antrales (RFA) y de la hormona antimülliana (AMH), dos marcadores complementarios que ofrecen información muy precisa sobre las expectativas reproductivas. Si existen alrededor de 5 a 10 folículos entre los dos ovarios se puede considerar que se tiene una reserva óptima. Además, para evaluar complementariamente la respuesta de los ovarios se puede evaluar a través de la hormona antimülleriana, un marcador clínico de primera línea en el diagnostico de la reserva ovárica que proporciona información del estadio de la maduración del folículo que ningún otro marcador hormonal es capaz de analizar. Tal como afirma la Dra Verdú “estas pruebas deberían incluirse en las revisiones anuales ginecológicas para que las mujeres supieran en todo momento su reserva. Así, podrá tomar medidas para decidir si decidir ser madre o aplazar ese momento a través de un tratamiento de vitrificación de ovocitos para esperar el momento que considere adecuado y someterse a un tratamiento de reproducción asistida para conseguir el embarazo”.
La donación de óvulos: una alternativa
Según ha explicado la Dra. González Villafáñez , ginecóloga de la clínica Ginefiv, “el número de tratamientos con donación de óvulos está aumentando por el retraso reproductivo de la mujer, así como por la ampliación de sus indicaciones y los excelentes resultados obtenidos, ya que en el caso de las mujeres mayores de 40 años se multiplica por 7 las posibilidades de embarazo”. Está técnica está especialmente indicada en pacientes mayores de 40 años, aunque también se recomienda en el caso de haber fallado más de dos ciclos de Fecundación in Vitro, por alteraciones genéticas de algún miembro de la pareja o si la paciente presenta fallo ovárico precoz.
Una de las dificultades que presenta esta técnica es el hecho de que “la receptora debe recibir los embriones en fresco, por eso hay que hacer una sincronización de la estimulación de la donante, con la preparación endometrial de la receptora. Sin embargo, gracias a los nuevos avances en la vitrificación de ovocitos, en el futuro se facilitará el programa de ovo-donación al no ser necesaria la sincronización entre donante y receptora, ya que en la actualidad los ovocitos no pueden ser congelados para usarlos en otro momento, y si el endometrio no está listo para recibir el embrión, no se consigue el embarazo”, asegura la Dra. González Villáfañez.
Más información: www.ginefiv.com