Diez de cada mil recién nacidos tienen una CARDIOPATÍA congénita

Entre ocho y diez casos por cada mil recién nacidos padecen una cardiopatía congénita. Esto convierte a este grupo de enfermedades en la malformación congénita más frecuente y la menos diagnosticada en la época prenatal. De hecho, “son 6,5 veces más frecuentes que las anomalías cromosómicas y hasta cuatro veces más frecuentes que los defectos del tubo neural”, explica el doctor Raúl Rodríguez, cardiólogo pediatra del Hospital Quirón Bizkaia y ponente en el Symposium sobre Ecografía Cardiaca Fetal organizado por los servicios de Obstetricia y Ginecología, y de Pediatría del Hospital Quirón Bizkaia en la línea de formación de Quirón. 

Entre ocho y diez casos por cada mil recién nacidos padecen una cardiopatía congénita. Esto convierte a este grupo de enfermedades en la malformación congénita más frecuente y la menos diagnosticada en la época prenatal. De hecho, “son 6,5 veces más frecuentes que las anomalías cromosómicas y hasta cuatro veces más frecuentes que los defectos del tubo neural”, explica el doctor Raúl Rodríguez, cardiólogo pediatra del Hospital Quirón Bizkaia y ponente en el Symposium sobre Ecografía Cardiaca Fetal organizado por los servicios de Obstetricia y Ginecología, y de Pediatría del Hospital Quirón Bizkaia en la línea de formación de Quirón. 
“La primera línea de actuación para la detección precoz se encuentra en los profesionales que realizan ecografía obstétrica”, dice el Dr. Javier Ayala, cardiólogo pediatra del Hospital de Cruces, y añade que las cardiopatías congénitas “habitualmente se manifiestan en el periodo neonatal y el método más efectivo para su diagnóstico es la ecocardiografía. Aproximadamente un 40 por ciento va a necesitar algún tipo de intervención quirúrgica, la mayoría de las veces definitiva, que le permitirá al niño llevar una vida normal”.

Cómo detectarlas durante el embarazo
La ecocardiografía fetal es una prueba muy específica que cada vez está más extendida en los servicios de obstetricia y de cardiología pediátrica, de tal modo que muchas cardiopatías se diagnostican antes del nacimiento, a partir de la decimosexta semana de embarazo. Esto permite, en las malformaciones severas, “adelantarse” a los acontecimientos, evitando que el recién nacido tenga síntomas graves o sufra un deterioro brusco de su estado general.
Respecto al momento idóneo para la realización de esta prueba, aunque puede hacerse en cualquier momento del embarazo, Álvaro Gorostiaga, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Basurto, entiende que “el momento ideal parece estar alrededor de la semana 20. No todo siempre es visible, pues depende de las condiciones de la exploración y de las propias características de la cardiopatía, dado que algunos son de diagnóstico casi imposible prenatalmente”. Por otra parte, el experto indica que “hoy en día se aplica un protocolo universal de cribado en nuestro medio que permite diagnosticar una gran parte de las cardiopatías, al menos las más severas. Dicho protocolo se aplica en la mayoría de centros de diagnóstico prenatal de referencia”.
Asimismo, y de cara al futuro, el Dr. Gorostiaga señala que “la tecnología tridimensional y la posibilidad de estudio volumétrico de un corazón en 3D en movimiento van a suponer un nuevo impulso en este campo, que permitirá superar las tasas de sensibilidad diagnóstica que en la actualidad son ya superiores al 80–85%”.